21 de marzo de 2014

Iletrados: Poesía intemperada

Hoy es el Día Internacional de la Poesía y qué mejor, para celebrar una fiesta autoimpuesta recordada por nadie, que traer las palabras de un viejo amigo; el autor de Intemperancia Verbal es uno de esos camaradas que se conocen en otras vidas pero que se recuerdan para siempre, porque atrapan sus palabras, porque atrapa su poesía, porque se niega a que le llamen poeta aunque de sus manos, de su boca y de su corazón salgan letras como estas. Aprovechando que Antero, de Somos lo que semos, publicaba un libro, decidí pedir su opinión, sobre lo que era, en el fondo, el oficio de poeta. No soy capaz de comentar las palabras de David Mariné, un glorioso navegante que no quiere ni fama, ni gloria, ni autógrafos en las sedes de las editoriales.



«Estar en casa y decidir que te apetece pasear por la calle Zenete, una de las más antiguas de Granada, del siglo XI, pues hace mucho que no te acercabas a verla. Entonces llegas allí y descubres que se averiaron las farolas, que la calle está a oscuras, apenas iluminada por la luz que sale de las ventanas de las casas, con tramos en total oscuridad. Y te pones la radio en el móvil justo cuando comienza una retransmisión en directo del Requiem desde Barcelona. Y comenzar a caminar escuchándolo, hacerte la calle una y otra vez, bajo estrellas que gracias a la falta de luz puedes contemplar, recorrerla de arriba a abajo, no sabes cuántas veces, cruzándote con sombras a las que ni siquiera distingues, apurando hasta la última nota del Lux Aeterna. Y fliparlo. Y desear explicarle a la gente que no tienes ambición, que no quieres ningún reconocimiento en tu oficio, ni que te publiquen lo que escribes ni nada de eso, que lo único que le pides a la vida son momentos como ese, que quieres ser justo lo que eres en ese momento: apenas nada, un maldito bulto negro, caminando solo por una calle de mil años, que escucha a Mozart bajo las estrellas.
- Francisco De Paula -

Un maldito bulto negro. Sí».

Hola Jen:

He querido empezar con este texto de mi buen amigo Francisco de Paula la carta que tenía pendiente contigo porque además de ser maravilloso y de contener un lirismo precioso, de lágrima enternecida, también resume a la perfección lo que pienso y como siento la poesía, la literatura, las letras y en resumen la vida, mi vida.

Estoy en casa, es de noche y disfruto de mi momento de soledad café con leche y canuto de verde. Podría decir que los dioses me aman y que detesto a la muchedumbre pero no sería del todo cierto. Cíclico y enturbado, ante el grito del trueno y la ira saboreando la banda sonora de mi alegría, como párpado de muelle, me abro y cierro a la vida según despierte, me agite o muera. Algunos instantes son más llevaderos que otros pero siempre con la magnificencia de la carne y los latires a flor de piel y rugiendo vísceras y arterias.

Al tajo:

¿Qué ha ocurrido para que pienses que Antero ha renunciado a sus principios al publicar un libro en papel?

Ha ocurrido la poesía. Verás Jen, todos en algún momento nos hemos preguntado de una u otra forma qué es poesía. Yo descubrí hace tiempo que la poesía no era unos señores encorsetados que escanciaban versos encadenados con mayor o menor acierto, aferrados a la métrica como pata de elefante a una estaca. Ni tampoco la que aprendí en la escuela. Y mucho menos los payasos circenses de fular gafapastas anudado en el crimen de su propia sombra dándoselas de palomos y pecho, eternos pazguatos de cuerda floja que tanto abundan por los bares y recitales poéticos.

Aprendí que la poesía es más, mucho más. que a donde tú vas va ella, que hay momentos que te persigue como sucia ramera con la entrepierna morada y otras como musa que te roba la tierra el alquiler y la casa.

Que a la poesía hay que escupirle a la cara como hay que escupirle a la real academia de la lengua.
Porque es lengua, porque es aire, porque es vida y porque sin ella no respiras.

A eso voy en definitiva. Poesía es respirar y uno escribe por falta de aire no en busca del aplauso u la palmada en la espalda y mucho menos en busca de gloria, reconocimientos y beneficios propios.

La poesía es un imán de emociones y el poema un ente vivo. ha de ser así, debe de ser así. sensibilidad visceralidad imaginación y reflexión. Un mostrarse desnudo y en pelotas y decir, aquí estoy, esto soy yo y este soy una denuncia tácita y barbara de mí mismo. Una verdad. Una simple verdad. Eso es poesía.

Por eso la poesía tiene que ser libre y gratuita.

Creo que con todo esto ya he respondido a las tres primeras preguntas.

¿Por qué crees que son incompatibles?

El dinero, los egos, la necesidad de ver tu nombre impreso en un libro siempre es incompatible con el corazón.

¿Puede verse tu lectura modificada por un suceso como este?

NO.

Un beso y un abrazo enorme.
David.

PD: Naturalmente que puedes publicar mis apreciaciones mis opiniones y todo lo que desees al respecto. Lo vuelvo a repetir y no me cansaré de hacerlo. Libre y gratuita.

Olvidé decir que quiero mucho muchísimo a Antero y que tal vez por eso me dolió y me duele más que a cualquier otro su decisión de publicar y atarse al yugo de cabeza y rodillas de cualquier editorial. pese a ello Antero es y será siempre para mí, el maravilloso poeta del polígono.

Doy las gracias a David Mariné, de nuevo, por contestar mis preguntas, eso por supuesto, pero también por demostrarme una vez más que la poesía traspasa, duele, quema y rompe el ser, que la poesía es y no es el humano que la contiene, que penetra con cada viento que respiramos, con cada luna y mar que observamos.

Muchísimas gracias, maestro, al final, por seguir conmigo.

Ahora, os dejo con la lectura de una de sus poesías por Francisco de Paula en el Pub Sándalo, en su primera sesión de Poesía en Micro Abierto.

2 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. nunca debiera haber desaparecido mi anterior comentario.
    reitero lo dicho: lección constante este hombre.
    poesía es respirar.
    y mi más sincera enhorabuena Jen.

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