ENTREVISTA OJIPLÁTICA: Cultura de un voyeur

La situación es un poco embarazosa, y no solo porque me haya pasado las vacaciones de Navidad haciendo eso, unas vacaciones. Hasta ahora habéis visto análisis más o menos indiferentes, no en el sentido de objetivos, no, me refiero a mi desconocimiento absoluto de todos y cada uno de los participantes. No tenía especial interés en que ganaran unos u otros, al margen de lo que haya podido parecer, y me he llevado gratas sorpresas, espacios en los que merecerá la pena profundizar pero de los que no tenía constancia antes de esta novena edición de los Premios Bitácoras. Sin embargo, con la categoría de Mejor Blog de Fotografía, el contexto ha cambiado y es que los dos únicos blogs que voté pertenecen a ella: Nuncalosabre, que finalmente fue el décimotercer clasificado, y DoctorOjiplático, el ganador. Como comprenderéis, no puedo compararlos con el resto dado que mi criterio ya los había escogido antes, me saltaría el principio de “me importa un pito y por eso lo comento”.

En lugar de hacer una entrada con la que criticar de forma salvaje las formas y los fondos, en esta os quiero presentar al ganador del concurso de una forma más personal y directa a través de un retrato formado por varias entrevistas anteriores y posteriores al fallo del jurado. Me siento orgullosa de haber conocido partes de su carácter sin ver sus gestos ni percibir los cambios en la voz que demuestren esa feroz autocrítica que hace tachándose de pedante cuando tan sólo alardea de sabiduría. Si yo me hubiese empapado con la mitad de cultura que tanto él como Doll Ida, la mente que hay detrás de Nuncalosabre, parecen tener también alardearía, no os quepa duda. Pero ya hablaremos de ella más adelante, no avancemos los acontecimientos.

El observatorio.

Encontraréis la entrada completa en este enlace.

Doctor Ojiplático es diferente a cualquier otra página de fotografía. Es un observatorio, un burdel y una pasarela, todo junto y en armonía, sin estridencias. Cuando le pregunto cuál podría ser su destino final, toda la pedantería que me esperaba desaparece detrás de su humildad, y es que hablar de galerías de arte o de mecenazgos lo ve como algo muy lejano. «Cualquiera de los futuros que planteas sería maravilloso, pero muy utópico». Sin delirios de grandeza, Jota Pego aspira a que el blog crezca, «y crecer con él», y añade, «pero no te puedo asegurar ahora mismo hacia qué dirección irá».

Lo que si sabe, y eso caracteriza un poco a las «personas normales que saben que la normalidad no existe«, por usar palabras parecidas a las suyas, es que la «pereza insobornable» que le atenaza es una de las causas de su afición al arte. «Soy un mero espectador; mirar, contemplar, es uno de los mayores deleites pasivos, el que menos esfuerzo conlleva, y yo disfruto contemplando lo creado en busca de la belleza». Su voyeurismo diletante, como él mismo lo define, es casi profesional para el resto de seres humanos que le seguimos, tanto, que para considerar una obra para Doctor Ojiplático esta le debe «llenar el Ojo». «No sé explicarlo mejor. Digamos que es una mezcla de sorpresa, felicidad, comodidad y misterio».

La pasarela.

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Parte de la gracia que tenía esta entrevista era el escaso conocimiento de la vida de mi entrevistado, ni personal ni profesional. Me hice periodista por bocazas más que por fisgona, así que tampoco, en los días que pasaron entre las diferentes partes de la entrevista, se me ocurrió investigar en su página de Facebook, ni en la de Google +, ni tampoco rebuscar en su Twitter algún indicio de si tenía trabajo o no, pero sí que le pregunté si tenía un trabajo al uso. Bastó lo siguiente para que me diera cuenta del tipo de persona con la que me había tocado lidiar: «No he tenido un trabajo dignificante y en el que se me remunere en justa compensación a mi desempeño y esfuerzo jamás en mi vida. En el momento actual, además, deprimente y preocupante, los trabajos son al abuso». No hizo falta más. Lo que más llama la atención de Jota Pego es su relación con la cultura así que, ¿por qué me perdía en detalles que no venían al caso?

Una pista debería haber sido la descripción de su web: Educación sentimental para la niña de tus ojos. Poético, como todas y cada una de las imágenes que aparecen en ese espacio. Algunas son evocadoras, otras divertidas, inquietantes o perturbadoras, pero siempre son interesantes de interpretar. Sonreí mientras leía una de sus respuestas. Debemos educar las niñas de nuestros ojos «hasta quedarnos ciegos». ¿Podría haber sacado más?, es posible, pero entonces se hubiese perdido todo lo que en esas palabras estaba implícito. La frase me pareció muy curiosa, y también llena de significado para el que sepa leer. «Frank Zappa decía: 'La cultura establecida llega a ti, pero al underground tienes que ir tú'. En un mundo perfecto esto no sucedería». Su postura crítica era muy clara: «No tengo hijos, pero para los hijos de los demás me gustaría que tuvieran una relación amplia, plural y muy participativa con la cultura, involucrada». Y pienso que tal vez sí nos hemos ganado ese derecho.

El burdel.

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Es innegable que Jota Pego pone empeño para que la cultura sea más accesible, para que lo diferente tome el lugar adecuado, al mismo nivel de lo común, para que maravillarse sea una constante. «La hiperactiva emoción ante el descubrimiento me gobernaba cuando era niño tanto como ahora. La diferencia es que hoy, además, puedo darle rienda suelta sin tener que irme a la cama obligado después de cenar. Ahora, los medios y las fuentes a nuestro alcance se han centuplicado cuánto menos; sería una pena dejar correr una oportunidad como esta y no aprovechar para dar rienda suelta a la inquietud que me preside».

Publica retales de arte de autores repartidos por todo el mundo y por lo general, tal y como afirma en esta entrevista del blog Benalmadelman, no se ha encontrado con demasiados problemas para dar a conocer sus obras; sin embargo, sí ha recibido alguna negativa. «Los argumentos que esgrimen esos artistas son de una índole determinada, quieren tener control personal sobre la difusión de su trabajo», me explica a modo de profesor cuando cuestiono la relativa importancia que pudiera tener el premio para los artistas interesados en aparecer en su blog. «Podría ser yo quien insistiera aprovechando los buenos resultados cosechados hasta ahora. Pero no sé como se dice ganador de Bitácoras13 en japonés».

Alexei Lubimov e Ivanilova sonaba durante nuestra segunda entrevista, esta vez a través de la mensajería instantánea de Facebook. Había tiempo para preguntar y ganas de explicar, estaba claro. Pero ya se sabe que, cuando la música suena, la conversación se mueve por terrenos más personales, de aficiones, de gustos culinarios y de viajes, tal vez futuras respuestas para una segunda entrevista en mayor profundidad.