Llevaba unos días
estudiando otro canal, quería redactar un artículo diferente, pero
el miércoles pasado (y contad las jornadas que ha costado parir esto),
mientras miraba el informativo autonómico en el bar de cada día,
me di cuenta de, parafraseando a Noam Chomsky, «cómo nos venden la
moto». A pesar de lo que diga mi hoja de estudios, aborrezco los
medios de comunicación; así como lo que podrían llegar a ser me
fascina, lo que son me repele; por eso trato de no involucrarme en ellos. Siendo sincera, no estoy hecha para ese oficio.
Siempre he creído que la
manipulación era la magia negra de nuestra civilización, no me
gusta la mentira, no la sé tolerar, y me enerva que los medios la
usen de forma masiva.
Aquel
día y, supongo, a causa del artículo del The Wall Street Journal en
el que se acusaba a los servicios informativos de Televisió de
Catalunya (TVC) de manipulación (1), observé atentamente la pantalla
del televisor. Hace treinta años que se emiten esos noticieros, el
16 de enero fue su aniversario, los
vi nacer, así que me costaba hacerme a la idea de que este canal de
televisión se hubiera erigido en estandarte independentista. Un ejemplo es este vídeo del programa 30 minuts emitido el 29 de marzo de 1985 que viene a continuación, el tono del titulo, por sí solo, demuestra que el canal autonómico
no siempre fue tan nacionalista como ahora, aunque a algunos les
lleve trabajo aceptarlo. (Tendréis toda la información y la traducción del guión de este reportaje si pulsáis sobre este enlace).
Si bien me parece legítimo que presentadores, cámaras, guionistas, redactores y demás fauna comunicativa expresen su opinión personal, un informativo nunca debe adoctrinar, su único objetivo debe ser trasladar la realidad de forma clara, coherente y libre de presiones. Tergiversar los hechos para casarlos con una idea concreta, como en este caso la consulta o el derecho a decidir, en cualquier contexto y sin ningún tipo de rubor, es insultante.
«Queremos
ser más claros y más luminosos», dijo Paulí Subirà, jefe de
Imagen y Servicios Artísticos en la rueda de prensa que
daba a conocer el nuevo plató. Pero
para eso necesitan unas pocas más de luces...
Si bien me parece legítimo que presentadores, cámaras, guionistas, redactores y demás fauna comunicativa expresen su opinión personal, un informativo nunca debe adoctrinar, su único objetivo debe ser trasladar la realidad de forma clara, coherente y libre de presiones. Tergiversar los hechos para casarlos con una idea concreta, como en este caso la consulta o el derecho a decidir, en cualquier contexto y sin ningún tipo de rubor, es insultante.
Lo
que señala el tabloide estadounidense, y recoge a pies juntillas El Periódico de Cataluña (cada vez más falto de buenos redactores e
investigadores), sin embargo,
ya está redactado, por lo que en esta ocasión no hablaré ni de
porcentajes de distribución ni de las palabras clave del guión, lo
dejaré para otros medios a los que la industria de la comunicación
mundial no haya atado tan corto. El elemento más destacable de esta
edición, más allá de la política (catalana), la corrupción
(española, como si en casa no tuviéramos de eso) y los sucesos, por
no hablar de la idoneidad de relegar la sección cultural al final
del noticiero, después incluso que los deportes (por lo visto, el
nuevo factor de cohesión social), es la autopromoción que tienen la
desfachatez de hacer con el maravilloso cambio de imagen de los
informativos. (La traducción del fragmento la tenéis al final de la entrada).
Os
sitúo. El lunes por la noche, este espacio de TV3 estrenó un plató de
300 metros cuadrados, dos veces el tamaño del anterior, con nuevos
colores, sintonías y artilugios variados para, como dice Manel Alias
en su publirreportaje de tres minutos y medio de duración, una
eternidad en televisión, explicar mejor la actualidad. Lo normal,
para empezar, sería preguntarse qué relación hay entre las churras
y las merinas, quiero decir, entre la claridad (y calidad) de la
información y las formas, una cuestión sencillita para las mentes
mejor formadas de la historia del país según se dice por ahí.
Desde mi punto de vista, la utilización excesiva de las nuevas
tecnologías por parte de los medios de comunicación tradicionales,
si no se aplican con el objetivo de mejorar y ampliar la difusión de
sus contenidos, son un gasto superfluo
que en absoluto mejora la calidad del mensaje, más bien al
contrario, ya que despista y no permite que el espectador comprenda
su significado.
Con
todo, y aún a sabiendas que tarde o temprano volveremos sobre el
tema de la estética, la polémica por la
nueva imagen de los
informativos de TV3, el canal de noticias 3/24 y la interfaz del
portal 324.cat, es bien distinta: la broma de la realidad aumentada
ha costado casi un millón de euros a una empresa pública que no los
tiene, según se deduce del Procediment d'Acomiadament Col·lectiu
(PAC), un ERE en castellano, mediante el cual se despedirán a 225
trabajadores de TVC y Catalunya Ràdio en los próximos años. Si tu
excusa es un posible déficit, y remarco posible porque Brauli Duart,
presidente de la Corporació Catalana de Mitjans Audiovisuals (CCMA),
no da una cifra exacta, de 27 millones de euros, dime, ¿cómo, alma
de cántaro, te gastas un millón más en algo que NO necesitas?
Con el ERE puesto en marcha, y con la amenaza de recortar 15 millones de euros de los salarios de los trabajadores, la CCMA no debería ganar para huelgas, pero tampoco es así. Gracias a que la Generalitat de Catalunya se ha visto obligada a adquirir un compromiso con la transparencia (escándalos como el del Palau de la Música pueden hacer mella entre todas esas banderas enarboladas), he rebuscado entre las cuentas de un portal destinado a tal propósito hasta lograr los salarios brutos, sin dietas ni primas, de los principales cargos directivos de la CCMA, TVC y Catalunya Ràdio, con unos resultados que no por esperables son menos indignantes. Solo en la «alta comandancia» se derrocharon en 2013 más de dos millones de euros en pagar sus sueldazos. El más sobresaliente, el de Eugeni Sallent, director de Televisió de Catalunya, quien percibe 164.965 euros anuales, 31.223 más que el President de la Generalitat, Artur Mas.
El blog del Comité de Empresa de TV3 no deja lugar a dudas.
Este enlace es en catalán.
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Con el ERE puesto en marcha, y con la amenaza de recortar 15 millones de euros de los salarios de los trabajadores, la CCMA no debería ganar para huelgas, pero tampoco es así. Gracias a que la Generalitat de Catalunya se ha visto obligada a adquirir un compromiso con la transparencia (escándalos como el del Palau de la Música pueden hacer mella entre todas esas banderas enarboladas), he rebuscado entre las cuentas de un portal destinado a tal propósito hasta lograr los salarios brutos, sin dietas ni primas, de los principales cargos directivos de la CCMA, TVC y Catalunya Ràdio, con unos resultados que no por esperables son menos indignantes. Solo en la «alta comandancia» se derrocharon en 2013 más de dos millones de euros en pagar sus sueldazos. El más sobresaliente, el de Eugeni Sallent, director de Televisió de Catalunya, quien percibe 164.965 euros anuales, 31.223 más que el President de la Generalitat, Artur Mas.
Aunque
si de lo que se trata es de meter el dedo en la llaga, también
podéis leer este artículo que publicó la edición digital de El
País el pasado 12 de marzo de 2012. En él se pone de manifiesto que
no son los salarios el gran pufo del canal autonómico: según los
cálculos y las fuentes del diario, TVC gasta unos 108 millones de
euros al año en comprar contenido a productoras externas y alrededor
de 100 más en derechos deportivos (24 de ellos dirigidos al
patrocinio del F.C. Barcelona).
Ahí es nada.
Que
TV3 o Catalunya Ràdio hablen de independencia y de soberanía
nacional como si fuera el objetivo último de nuestras vidas, mira,
puedo entenderlo porque desde 1983 está entre sus bases la intención
de promocionar tanto la lengua como la cultura catalanas. Derivar en
un discurso nacionalista era una consecuencia directa y lógica, a
pesar de que no debería condicionar el resto de la información.
Ahora bien, lo que de verdad me hace enrojecer, de vergüenza e irritación, es la clara impunidad de unos
pocos para distribuir el dinero a su antojo y después pedir
responsabilidades a quien menos poder de decisión tiene.
Traducción del fragmento del Telenotícies Migdia emitido el 15 de enero de 2014.
Carles
Prats: Y ahora nos permitirán
que hablemos de nosotros.
Núria
Solé: Sí porque a partir de
la semana que viene les ofreceremos nueva imagen en los informativos
de TV3
Núria
Solé: Es una nueva imagen de
los telediarios
y del canal 324 y el portal pero también una nueva manera de
explicar la actualidad.
Carles
Prats: Con nuevas
herramientas tecnológicas y con una apuesta de toda la redacción de TV3 para revolucionar estos informativos, treinta años después del
primer telediario.
Manel
Alias: Lo relojes marcan el
paso del tiempo y estar al día quiere decir moverse. Los telediarios
han ido evolucionando desde hace treinta años, y ahora vuelven a
hacer un salto que se anuncia considerable.
Declaraciones:
Jaume Peral, jefe de informativos de TVC.
Por lo tanto el
cambio más importante que hemos afrontado nunca en los telenoticias
de TV3 en su historia.
Los
cambios se han presentado esta mañana en el plató que acogerán los
nuevos TN. Tiene 300 metros cuadrados el doble que el actual, más
espacio para podernos explicar mejor, con recursos gráficos como el
de la realidad aumentada. El cambio de imagen y de universo sonoro
incluye también el canal 324, y el portal de noticias 324.cat que
tendrán ahora una línea más unificada.
Declaraciones:
Paulí
Subirà, jefe de Imagen y Servicios Artísticos de TVC.
Queremos ser más
claros y más luminosos. Queríamos ser diferentes de lo que hacía
la competencia y queríamos perder un punto tópico y típico de los
informativos que es la agresividad.
A
él ya le conocen, le han visto, por ejemplo de corresponsal en
Londres y en París, ahora Toni Cruanyes se pone delante del
telenoticias que más cambia, el de la noche, la voluntad es
sacrificar cantidad y apostar por profundidad.
Declaraciones:
Toni Cruanyes,
editor y presentador de Telenotícies Vespre.
Es necesario que a
las nueve seamos capaces de ofrecer ya un análisis de urgencia de lo
que ha pasado durante aquel día; añadir un extra de
contextualización a toda aquella información que a veces en forma
de bombardeos de titulares que nos llegan durante el día.
Por
eso, en el plató pasarán más cosas y se acostumbrarán a ver
análisis de especialistas. Son todos
los
telediarios
y programas informativos los
que quieren dar un paso adelante siendo más claros y directos, y se
han comprometido ellos, la pareja del telediario de mediodía. La del
fin de semana cambia, Ramón Pellicer editará el espacio acompañado
delante de las cámaras por Inés Marqués, con novedades como un
reportaje para tocar a fondo un tema de actualidad y una agenda que
echará un vistazo a los aspectos que marcarán la semana siguiente.
Cambios que aquí solo insinuamos. El reto: evolucionar para que la
marca Telenotícies
continúe liderando tanto los índices de audiencia como las
encuestas que refieren a conceptos como el de credibilidad.
Declaraciones:
Eugeni Sallent, director de TVC.
Los informativos,
especialmente los TN, son el eje vertebrador y el “pal de paller”
de la programación de TV3.
Pues
aquí lo tienen, ya lo conocen, el escenario desde el que les
informaremos de la mejor manera posible. Será el lunes a partir de
las nueve de la noche. Mientras tanto, volveremos al plató que nos
ha estado acompañando las últimas ocho temporadas, mediodía y
noche, 365 días al año.
Esta sociedad trata de vender, de vendernos, lo que sea. Ha acabado siendo su razón de ser, pasando del rollo ético por supuesto.
ResponderEliminarUn abrazo Jen desde La Elipa.
magnífico artículo
ResponderEliminarme quito el cráneo
Cuidado no se le caigan los sesos con tanto cráneo levantado, escribe usted muy bien y no quiero que eso acabe.
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