Maníaca perdida, al
menos eso es lo que pensarían los terapeutas de medio mundo si
supieran que comparto estas cosas con vosotros. Pero ya, para la poca
vergüenza que me queda, de perdidos al río.
Me encanta bailar, no lo
puedo evitar, cuando la música suena cierro los ojos, me dejo llevar
sin importar ni la hora ni el público que haya delante, creo que
bailando es cuando aparece la mejor sonrisa de la gente, la sonrisa
traviesa, cómplice y libre de quien baila por amor al arte.
Reconozco que era
bastante «porculera» con las coreografías de las películas, en especial de Flashdance, de manera que no era
extraño verme concentrada en cada paso, cada movimiento de cintura,
de la espectacular Jennifer Beals cada vez que rogaba ver el film. Quedaron impregnados en mi
retina y, aunque jamás he sido capaz de reproducirlos (que me guste
no significa que se me dé bien), la melodía de Maniac siempre
me saca un brinco si suena en algún guateque.
Eso si, según la
Wikipedia, biblia de todos los tiempos habidos y por haber, Maniac
tiene una historia muy curiosa y es que cuando Michael Sembello y
Dennis Matkosky la compusieron, no lo hicieron pensando en una chica
como Jennifer, sino más bien en el protagonista de la película
titulada, también, Maniac. Es por eso que la letra, en
su adaptación al papel de la bailarina, cambió ligeramente algunas
de sus estrofas:
He's a maniac, maniac
that's for sure,
He will kill your cat
and nail him to the door.
Sea como fuere, es una gran canción para alegrar un lunes gris,
aunque sólo sea por el bailoteo de “la Jenny”.
AGRADECIMIENTOS (04/02/2014)
Ayer, cuando actualicé el post con Maniac olvidé algo importantísimo y es que el viernes pasado Abel Moriarty respondió al reto planteado en el primer Random Music y propuso que la playlist resultante se llamara Esquizolist. En su espacio LasMilVidas, y como primeros temas a añadir, el Profesor nos iluminó y desató con dos versiones del I'm so excited muy diferentes entre ellas pero a cada cual mejor. La primera, de Le Tigre, un grupo de jóvenes al más puro estilo Peaches (JD Samson tocó con ellas); la segunda, desconocida para mi, de Sun 'N' Steel, «gloriosamente hairmetalera» como la define el propio Moriarty. Podéis leer la entrada completa en este enlace, la fotografía que la acompaña también merece la pena.
Gracias Profesor, ahora esperaremos la respuesta del viernes.
Pues sí que me ha animado este lunes lluvioso y de temporal la cancioncita de la Jeny. Besos mil.
ResponderEliminarPD: Mi teoría sobre el gato de Schrödinger es que se lo comieron él y los de la escuela de Copenhague, pues se pasaba mucha hambre en aquellos tiempos, y nos metieron el bulo del gatito en la caja y no dejaron del gatito ni el pelo. Ni física cuántica ni na. Me da que hay gato encerrado.
Para menear bien las caderas mientras se mira la lluvia por la ventana, sí.
EliminarSiempre creí que Schrödinger ocultaba algo, pero comerse a la mascota es casi, casi, canibalismo. Ahora bien, igual que hay gato encerrado, podría no haberlo, que al final es igual de paradójico.